Un tercio de las mujeres con endometriosis sufre migrañasEl dolor de las mujeres con endometriosis no sólo se limita a las molestias ginecológicas. Según acaba de revelar una investigación italiana, más de un tercio de estas pacientes también padece jaquecas.

De por sí, la endometriosis ya ocasiona fuertes molestias durante la menstruación (dismenorrea) y la penetración (dispareunia), además de dolor pélvico crónico. En las afectadas, el tejido de la capa interna del útero (endometrio) crece fuera de la matriz: en otras partes del aparato genital (ovarios) e, incluso, en cualquier otro órgano abdominal (intestinos,vejiga…).

Algunos especialistas ya habían detectado que estas pacientes suelen tener cefaleas, pero lo cierto es que hasta el momento ningún estudio había examinado
la incidencia de este problema ni las características de estos dolores de cabeza.

Y esto es, precisamente, lo que se propusieron hacer Simone Ferrero y su equipo, ginecólogos y neurólogos de la Universidad de Génova (Italia). Para ello
se entrevistó a unas 300 pacientes que iban a someterse a una intervención ginecológica, de las cuales 133 sufrían endometriosis.

El estudio sobre endometriosis y migrañas

«El año pasado, ¿sufrió al menos una cefalea?». Tras contestar a una batería de preguntas en esta línea, los autores han constatado que la migraña (cefalea
de origen vascular) es el doble de frecuente entre las enfermas: el 38% de las mujeres con endometriosis padecía jaquecas, frente a sólo un 15% de las
que formaban el grupo control. Esta última cifra es, precisamente, la incidencia de la migraña entre la población general.

La gravedad de estos ataques entre las migrañosas era similar en ambos grupos, si bien las que también tenían endometriosis habían empezado a padecerlos cuando eran más jóvenes.

Los autores creen que este hallazgo podría tener una explicación bioquímica. Por ejemplo, en los dos problemas se ha visto que aumenta la producción de prostaglandinas (unas sustancias vasodepresoras), por lo que «es posible que la expansión sistémica de prostaglandinas producidas por las lesiones endometriales contribuyan a la prevalencia de las migrañas en esta población», estiman.

Tampoco descartan que el nexo sea una desregulación en la síntesis de óxido nítrico (una sustancia vasodilatadora), pues este desarreglo está en el origen
de la migraña y de la endometriosis y, por tanto, podría contribuir a la ‘coexistencia’ de ambos trastornos.

Aplicaciones

A raíz de estos hallazgos, los autores creen que, cuando el ginecólogo decida recetar un tratamiento hormonal a una mujer con endometriosis, debe evaluar si
ésta sufre migraña, dado que este problema incrementa ligeramente el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular (ictus).

También las hormonas se han asociado a un mayor riesgo de infartos cerebrales, por lo que «puede resultar prudente cambiar o detener la terapia
cuando las pacientes desarrollen migraña
mientras están bajo un tratamiento hormonal o si la frecuenta y gravedad de los ataques aumentan», comentan estos especialistas.

Mal tratamiento

Asimismo, destacan otro hallazgo, que califican de preocupante: aunque la mayoría de las migrañosas había visitado a un facultativo, en general se trataba
de un médico de cabecera, y no un especialista (al que sólo acudió la quinta parte). Asimismo, aunque tomaban medicación, se trataba de tratamientos
sintomáticos: el 70% consumía analgésicos o antiinflamatorios para su problema.

«Con estos datos en mente, parece razonable concluir que la tasa de asistencia especializada y tratamiento adecuado en la migraña es bajo«,
comentan estos especialistas, que recuerdan en qué medida este problema, junto con la endometriosis, puede mermar la calidad de vida de las pacientes.

Libro recomendado:

Érase una vez… mi endometriosis, Crónica de una enfermedad diferente de las demás, es el título de un libro ilustrado sobre la endometriosis publicado por MaY Fait Des Gribouillis en la editorial RBA. La obra nos da una perspectiva nueva, desde el punto de vista de la autora, paciente de la enfermedad.