La inseminación artificial: centros donde acudir

La legislación española contempla el derecho de la mujer sin pareja masculina a acceder a las técnicas de reproducción asistida con el fin de tener un hijo.

La inseminación artificial consiste en colocar en el interior del útero o del canal cervical de la mujer, el semen del varón previamente preparado. Para ello, es preciso realizar primero la monitorización de un ciclo menstrual con el fin de detectar el momento de la ovulación. El material seminal procede de un donante anónimo, que debe seleccionarse en función de la mujer que solicita la inseminación artificial.

Los donantes de semen

Los donantes de semen deben tener entre 18 y 30 años y una buena salud física y psicológica. Estos dos aspectos se comprueban mediante la realización de una historia clínica, una analítica general y una exploración física.

Todo ello se completa con una entrevista personal en la que se aclaran algunas cuestiones, entre otras, si han tenido intervenciones quirúrgicas, antecedentes
psiquiátricos, consumo de drogas, alcohol o tabaco. El estudio incluye, además, enfermedades hereditarias como Síndrome de Down, espina bífida, hemofilia,
diabetes, cáncer o fibrosis quística, entre muchas otras.

Si el paciente pasa esta primera fase, está obligado a firmar una declaración en la que consta que no mantiene relaciones homosexuales ni con personas enfermas de sida o con anticuerpos del VIH y que no se droga por vía intravenosa.

Los datos del donante se introducen después en un ordenador del banco de semen. Una clave secreta y códigos internos impiden a personas extrañas acceder a esta información confidencial. En la ficha consta, además del nombre, la dirección, los estudios y las aficiones del donante, sus características fenotípicas, como talla, peso, grupo sanguíneo y Rh, color de la piel y de los ojos, el pelo y su textura. Las receptoras del semen no pueden elegir un donante determinado aunque, eso sí, los médicos intentan que se asemeje lo más posible a las características del padre.

¿Cómo se realiza la inseminación?

La mujer debe tener un estado de salud que no desaconseje el embarazo. Tiene que firmar una hoja de consentimiento informado, como indica la Ley de Reproducción Asistida, y también cumplimentar una hoja con las características físicas y el grupo sanguíneo, con el fin de seleccionar el
donante más adecuado.

Suelen ser necesarias dos o tres consultas. Cuando los controles indiquen una adecuada respuesta ovárica, se induce la ovulación y se programa la inseminación
artificial, que tendrá lugar a los dos días del último control ecográfico. Los donantes de semen deben tener entre 18 y 30 años y una buena salud física y psicológica

Se empleará el semen elegido y la inseminación se realiza en este mismo día, una vez preparada la muestra. El proceso no dura más de una hora y no resulta, en ningún caso, molesto o doloroso para la mujer. Después de un corto reposo ya se puede marchar a casa. Quince días después se realiza un test de embarazo en sangre para determinar si el embarazo ha tenido éxito.

La reproducción asistida en España

Las mujeres españolas deben esperar una media de 26 meses para someterse a un tratamiento de reproducción asistida en los hospitales públicos, según denuncia el informe redactado por especialistas de todas las unidades para reclamar a la Administración Sanitaria que tome medidas.

El estudio, en el que han participado todas las unidades públicas de reproducción asistida, se refiere a los datos del año 2000, aunque se considera que la situación no se ha modificado sustancialmente. En esa fecha, existían 7.580 mujeres en lista de espera con una media de 26 meses, aunque con importantes variaciones entre los diferentes centros: había mil pacientes en espera en el Hospital 12 de Octubre de Madrid y ninguno en el Juan Canalejo de La Coruña, donde se iniciaba de inmediato el tratamiento, mientras que, por ejemplo, en el Centro Valle de Hebrón de Barcelona se tardaban 108 meses.

Cuando prevalece por encima de todo el deseo de alumbrar a un retoño y no se puede en la sanidad pública, la mujer o la pareja deben desembolsar importantes
cantidades de dinero para someterse a este tipo de tratamientos en la sanidad privada.

En España, existen 115 centros dedicados a la reproducción humana. Sólo 14 son públicos. El coste de la medicación se eleva a 1.800 euros y el tratamiento
alcanza los 3.000 €.