Los parlamentarios andaluces han debatido en esta última legislatura sobre la necesidad de que los afectados por enfermedades o trastornos como la fibromialgia la endometriosis, la anorexia o la hiperactividad, entre otras, tengan más apoyo institucional y cuenten con más servicios a su alcance. Estas propuestas no de ley que se han aprobado por unanimidad en la cámara andaluza surgieron de las necesidades que asociaciones sanitarias de la provincia han trasladado a la parlamentaria jerezana Carmen Collado.
«Son iniciativas para colectivos a los que no se les había prestado la atención necesaria», explica Collado. La primera de las propuestas que se abordaron en el Parlamento andaluz fue la relativa a los trastornos de alimentación: la anorexia y la bulimia. «Es una enfermedad devastadora que no se puede abordar personalmente o sólo desde el ámbito sanitario sino que tiene que enfrentarse a ella la sociedad en su conjunto», aclara la socialista. En este punto, las decisiones del Parlamento andaluz han determinado incluso propuestas debatidas en el Congreso de los Diputados, por ejemplo, la unificación de tallas de la ropa o el control de la publicidad. Aún así, Collado insiste en que «queda mucho por hacer».
Lengua de signos
La importancia de la lengua de signos es una de las principales reivindicaciones del colectivo de sordos. A instancias de los socialistas, el Parlamento autonómico aprobó recientemente la adaptación del texto del Estatuto de Autonomía al lenguaje de signos para personas con discapacidad auditiva y con locución en off para personas con discapacidad visual. «Nadie se da cuenta de que están aislados», reclama Collado.
La lista continúa con la fibromialgia y la fatiga crónica, enfermedades que afectan a más del 11% de la población, sobre todo, a las mujeres. En esta proposición no de ley, los socialistas instan al Consejo de Gobierno a «impulsar la implantación progresiva del Proceso Asistencial Integrado de Fibromialgia» priorizando, entre otras cuestiones, «la coordinación entre el ámbito de atención primaria y atención especializada para unificar las pautas de actuación».
La endometriosis es otra de las enfermedades que sufrían olvido institucional: «Se aceptaba socialmente que las mujeres tenían que soportar dolor menstrual y no se diagnosticaba», recuerda Collado. Y es que hasta 200.000 mujeres en edad reproductiva en Andalucía padecen esta enfermedad. Dado su reciente diagnóstico, el Parlamento andaluz ha incidido especialmente en la investigación y la formación de los especialistas. Así, se fomentarán proyectos de investigación para hallar las causas de la endometriosis, buscar los tratamientos más efectivos y elaborar un protocolo de actuaciones para el abordaje de la enfermedad además de impulsar campañas de información para la detección precoz de la enfermedad o incluir el estudio de la endometriosis en los planes de formación continua de los profesionales sanitarios.
«Seguimos trabajando en nuevas propuestas», asegura la parlamentaria y añade que «me siento muy satisfecha porque se han dado pasos importantes».
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