Circo Raluy apoya a la endometriosis

El Circo Raluy ha mostrado su apoyo a la labor de concienciación social que lleva a cabo la AEE para visibilizar la enfermedad de la endometriosis. El Raluy, la empresa familiar más longeva del circo en España, con cinco generaciones de artistas, es una entidad de referencia en el sector. Por ello es tan importante su apoyo para nuestra asociación.

Historia del Circo Raluy

la historia de una familia que ha dedicado cinco generaciones a la vida circense, manteniendo viva una tradición que ha perdurado a lo largo del tiempo. ¿Recuerdas cuando, siendo niño, esa melodía característica, parecida a la de una caja de música, se escuchaba en cada calle anunciando la llegada del circo? Esa misma música, acompañada por el sonido de un megáfono, recordaba lo que los carteles, que semanas antes habían tapizado la ciudad, ya anticipaban: el circo estaba en la ciudad. Con familiares o amigos, asistías a un espectáculo en vivo que ofrecía arte y cultura, llevado a cabo por personas que probablemente venían de rincones lejanos del mundo, dispuestas a compartir la magia de un universo que solo existía dentro de las carpas.

Sin embargo, detrás de la brillantez de los trajes que relucen bajo los focos, del asombroso maquillaje que oculta realidades, y de los payasos que hacen reír aunque quizás no tengan motivos para hacerlo, se encuentra una realidad muy distinta: la vida circense está marcada por el riesgo, la dedicación y un esfuerzo constante que solo unos pocos conocen en profundidad. Este es el caso de la familia Raluy, que lleva cinco generaciones entregada al circo, literalmente viviendo como un circo.

Todo comenzó con Luis Raluy, quien, a pesar de crecer en Sant Adrià de Besòs, Barcelona, y tener raíces catalano-aragonesas, nació en Francia en 1911. Desde joven, Luis observaba con admiración el mundo circense desde las vallas, ya que no podía permitirse una entrada. Ese mundo, lleno de magia y maravillas, se convirtió en su sueño, uno que parecía inalcanzable… hasta que un día, logró colarse en la pista. Fue en ese preciso momento cuando se prometió a sí mismo que se convertiría en lo que realmente deseaba: un artista de circo.

Luis comenzó su carrera como acróbata y, más tarde, creó espectáculos innovadores como «El hombre bala«, una atracción pionera que alcanzó reconocimiento global dentro del mundo circense. Su carrera continuó con éxito, realizando giras mundiales con los mejores circos durante las décadas de los años 30 y 60, llevando siempre consigo a su familia, que creció con Marina Tomás, con quien tuvo cuatro hijos: Luis, Carlos, Eduardo y Francis. Así nació la segunda generación circense de la familia Raluy.

En los años 70, la familia Raluy dirigía su propio circo, logrando un éxito indiscutible. En este contexto, Luis Raluy (padre) comenzó a comprar antiguos carromatos para utilizarlos como elementos esenciales en su negocio y estilo de vida. Lo que no podía imaginar era que esos vagones, adquiridos como material para facilitar las condiciones de vida circense y el transporte, se convertirían en un símbolo representativo de la familia Raluy, que perduraría con el tiempo.

Con el paso de los años, la familia reunió una amplia colección de carromatos que restauraron, dando origen al Circo Museo Raluy, un circo inspirado en la historia del circo clásico. Actualmente, es el único circo en España que cuenta con carromatos de la época, convirtiéndose en un emblema histórico y patrimonial de interés artístico, social, educativo y cultural incomparable. En estos carromatos conviven la familia y el personal del circo, y algunos de ellos han sido adaptados para usos específicos como cafetería o servicio de hotel, ofreciendo una experiencia única.

El tiempo ha pasado, pero la familia ha crecido en una vida predestinada desde la segunda generación, donde ser artista de circo no es una opción, sino algo que se lleva en la sangre. Hoy en día, ya son cinco las generaciones de artistas que aportan su esencia a cada función, desde payasos, acróbatas, equilibristas, contorsionistas, malabaristas hasta ilusionistas. Cada número es una muestra del mundo diferente que se esconde tras las cortinas, un mundo que te evade de la realidad y te envuelve en la magia del circo más clásico y tradicional, conservando siempre ese toque respetuoso con la esencia histórica. En un mundo donde los circos tienen cada vez menos espacio, los Raluy siguen al pie del cañón, quizás del mismo cañón que un día impulsó a «El hombre bala».

El Circo Raluy ha sido mucho más que un simple espectáculo en varias ocasiones. Entre sus hitos más destacados, se encuentra el hecho de que George Michael eligió al Circo Raluy como escenario para el videoclip de su canción «Let her down easy». La pista y la carpa de este circo familiar también han sido escenario de desfiles de moda, cenas benéficas, grabaciones de programas como «This is Opera» de RTVE, e incluso la presentación de películas como «Agua para elefantes«, protagonizada por Robert Pattinson y Reese Witherspoon, cuya trama gira en torno al mundo circense.

En 2016, el Circo Raluy cerró de manera inesperada, bifurcando su legado e historia. Dos de los hijos de Luis Raluy tomaron el relevo, pero siguieron caminos independientes: Luis Raluy (hijo) como director del Circo Raluy Legacy y Carlos Raluy al frente del Circo Histórico Raluy. Además, Rosa Raluy, hija de Carlos y tercera generación de la familia circense, creó su propio proyecto paralelo como artista de circo en el Circo Histórico Raluy: el Circo Teatro Rosa Raluy.

Cinco generaciones y un apellido común: una historia de vida familiar que, con su estilo de vida, ha hecho historia. A pesar del paso del tiempo, del avance de la tecnología y del ritmo de la vida cotidiana, el espectáculo debe continuar. Especialmente en una época en la que las carpas ya no suelen verse entre los edificios o en las pantallas, ese espacio donde, cuando se encienden las luces y se mueven las cortinas, se llena de gente dispuesta a compartir la magia. Una magia que perdurará mientras el árbol genealógico de los Raluy siga siendo un circo de familia